#62. Mitos Sobre la Creatividad (Y Cómo Desatarla)
No Solo Suerte - 30 marzo 2024
Hola! Soy Rafa Sarandeses.
Hoy he decidido cambiar el formato habitual para ofrecerte un monográfico sobre un tema crítico para tu desarrollo profesional: la creatividad.
La creatividad está mal entendida y mal desarrollada. Y si decimos que la curiosidad es la condición necesaria para una buena carrera profesional, la creatividad es la condición necesaria y suficiente.
Porque de nada sirve ser curioso si no aplicamos esa curiosidad a la resolución de problemas.
Recuerda: el mundo premia al que resuelve un problema con la oportunidad de resolver un problema más grande. Y al final, una buena carrera es aquella en la que hemos aplicado nuestras fortalezas a resolver problemas que nos interesan profundamente.
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"Es un error muy grave pensar que el disfrute de observar e investigar puede estimularse mediante la coacción y el sentido del deber".
- Albert Einstein
La mayoría de la gente no se considera creativa.
Para la mayoría de gente, la creatividad es una combinación de capacidad intelectual e inspiración en el momento. Y aunque existen algunas capacidades naturales que correlacionan bien con el trabajo creativo, no todo lo que nos cuentan es verdad.
Veamos qué mitos hay que superar, y qué es lo que realmente nos puede llevar a desatar la creatividad.
Mito #1: Las personas creativas producen cosas buenísimas todo el tiempo
“Los artistas que crean libremente y luego corrigen sus obras son productivos. Son felices. El perfeccionismo no es una búsqueda de lo mejor, sino la búsqueda de lo peor de nosotros mismos, la parte que nos dice que nunca seremos lo suficientemente buenos. La perfección es el egoísmo disfrazado de virtud. Que no te engañen."
- Julia Cameron
Tomemos como ejemplo a William Shakespeare. En 2016, YouGov.com analizó los índices de popularidad de las obras de Shakespeare.
Aquí tienes los resultados:
Más de la mitad de la población británica han leído o visto Romeo y Julieta. La mayoría de la gente considera que ésta es una de sus mejores piezas. Y, sin embargo, poca gente ha oido hablar de Pericles. Con razón, ya que Pericles tiene un alcance de sólo el 1%.
Para producir Romeo y Julieta, o Macbeth, Shakespeare tuvo que crear también King John o Pericles. Son una expresión del mismo proceso. ¿Las personas creativas producen gran calidad todo el tiempo? Claramente no.
Puedes ser creativo si silencias tu censor interior, concentrándote en producir una gran cantidad de “output” en lugar de buscar la perfección en cada línea. Asume riesgos, practica y comprométete con un volumen adecuado que acabe dando sus frutos con el tiempo. La creatividad es, de alguna manera, un juego de números.
A pesar de que muchos sábados por la mañana no tengo ni idea de qué voy escribir, mi compromiso es que No Solo Suerte salga todos los sábados sin excepción. Sé que el compromiso con un cierto volumen, a largo plazo, acabará sacando de mí muchos artículos aceptables, algunos artículos buenos, y unos pocos muy buenos.
Es la ley de potencia en acción. Y es a todo lo que puedo aspirar.
Mito #2: Tu coeficiente intelectual tiene un papel importante en tu creatividad
Más allá de una capacidad intelectual básica, el coeficiente intelectual no tiene nada que ver con la creatividad. Los estudios del Instituto de Evaluación e Investigación de la Personalidad de UC Berkeley, realizados por Frank Barron en los años 50-60, lo demuestran.
Barron trajo a UC Berkeley a algunas de las personas más creativas de su generación y evaluó su intelecto y su personalidad. ¿Era su IQ lo que les hacía creativos? Not really.
Según Barron, las personas altamente creativas eran aquellas “a la vez las más primitivas y más cultivadas, las más destructivas, aquellas mucho más locas y mucho más cuerdas que la persona promedio."
Los rasgos de carácter predictivos de la creatividad, según el estudio, fueron:
Un ego superior a la media (entendido como fuerza interior);
Una resistencia natural a la conformidad, y
Una alta capacidad para asumir riesgos.
Mito #3: La creatividad es el resultado de un proceso lineal
“La creatividad es permitirse cometer errores. El arte es saber cuáles conservar.”
— Scott Adams
Las personas con una resistencia natural a la conformidad tienden a producir resultados por encima del promedio. Su arma es la resiliencia. Esto es importante, ya que la creatividad se basa en prueba y error a largo plazo.
Un ejemplo es Thomas Edison.
Edison probó 2.774 formas de inventar la bombilla. Cuando se le preguntó sobre sus fracasos, dijo “No he fallado. He encontrado 2.774 formas que no funcionan para hacer una bombilla.”
Un análisis estadístico realizado por el Profesor Keith Simonton concluyó que Thomas Edison había tenido más fracasos que nadie en su generación. Y, aún así, dio a luz al invento más revolucionario de su generación.
No podemos abrazar una vida creativa y pensar en ella como un proceso lineal. Pero, ¿podemos ir más allá y determinar un conjunto de condiciones objetivas que determinan nuestra capacidad de ser creativos?
¿Qué dice la ciencia? 3 factores críticos para la creatividad
La Teoría Componencial de la Creatividad Individual determina que la mayoría de los seres humanos con una capacidad básica pueden producir un trabajo moderadamente creativo en algún ámbito, y que el entorno determina el nivel y la frecuencia de dicha producción.
Según esta teoría, nuestra capacidad básica para producir trabajo creativo, en cualquier ámbito, es la superposición de tres elementos clave.
1. El ingrediente clave: la motivación intrínseca, el motor interno
"Uno de los grandes errores que comete la gente es tratar de imponerse un interés".
- Jeff Bezos
Teresa Amabile, en su artículo de 1997 “Motivando la creatividad en las organizaciones”, señala a la motivación intrínseca como el motor de la creatividad: el disfrute y la sensación de desafío que te ofrece un trabajo, independientemente de cualquier recompensa externa.
Este es el clásico “Ama lo que haces”. Si no sientes curiosidad por algo, será difícil que puedas contribuir con valor a esa conversación.
2. La importancia de desarrollar un “expertise”
El expertise es la combinación de conocimientos técnicos, memoria y desarrollo del propio talento.
En una edición anterior hablábamos de que para conectar puntos (con la curiosidad como arma principal), primero hay que tener puntos que conectar en la cabeza. No importa ser muy inteligente (RAM) si no tienes nada con lo que trabajar en el disco duro.
Sin este requisito la creatividad no existe, ya que no podemos ser creativos en un campo aleatorio que elijamos, sino sólo en aquel con el que estamos muy familiarizados y por el que sentimos una curiosidad infinita.
Este expertise tiende a ser una consecuencia a largo plazo de la motivación intrínseca, que no hay que confundir con “seguir tu pasión”. El expertise suele adquirirse en campos que nos intrigan y que nos permiten conectar nuestras fortalezas personales con la producción de resultados.
Es muy difícil ser muy bueno en algo que no te motiva y en lo que no aportas valor.
3. La aplicación de skills creativas: 5 herramientas prácticas para aumentar tu creatividad
“Sácate a ti mismo el máximo provecho, porque eso es todo con lo que puedes contar”.
- Ralph Waldo Emerson
Hay algunas estrategias simples que nos pueden ayudar a facilitar la creatividad y la resolución de problemas.
A. Técnicas de brainstorming
Las nuevas ideas, en cualquier campo, resultan de conectar puntos entre cosas que ya existían.
La mejor manera de hacer esto es con procesos de escritura libre o “freewriting”: escribe durante 10 minutos sobre un problema, partiendo de los hechos que conoces y desafiando todas las suposiciones. Explora dónde te lleva esa escritura
Por ejemplo, puedes mantener conversaciones virtuales por escrito sobre un problema con su mentor imaginario. Por ejemplo, puedes discutir un tema con Steve Jobs o [tu CEO favorito]. ¿Cómo resolvería él o ella esto?.
B. Sal del “pensamiento por defecto”
Retarse constantemente con preguntas del tipo "y si…" es clave para cancelar nuestra auto-censura.
Pregúntate “¿Y si supiera la respuesta a esto?” “¿Qué pasaría si no estuviera limitado por [X] factor externo? “¿Y si tuviera todo el dinero del mundo, seguiría haciendo [X] trabajo?” “¿Si mi jefe no pudiera ayudarme, cómo haría esto en su ausencia?”
C. Aumenta tu producción de ideas
Para tener una buena idea hay que empezar por descartar 100 malas ideas.
Vale la pena usar procesos de escritura libre (táctica A) para pensar en una lista de 10 soluciones a un problema o una idea en la que estés trabajando, sin importar cuán absurdas sean.
Piensa en 10 maneras diferentes de aumentar tu cuota de mercado, disrumpir tu mercado, ayudar mejor a tu cliente, etc. Acabarás con 1-2 que valga la pena explorar en profundidad.
D. Explota tu proceso subconsciente.
La clásica “idea genial en la ducha” es el resultado de un proceso del que no somos conscientes. No es un evento aleatorio.
Cuando intentamos crear algo, o cuando abordamos un problema, comenzamos con la investigación y la recopilación de información, seguido por un trabajo profundo y consciente sobre las alternativas aparentemente disponibles para nosotros.
Y así hasta que llegamos, antes o después, a un punto de bloqueo.
En ese momento, el error es seguir dándole vueltas. Deja de prestar atención por completo al tema en cuestión, incluso si te sientes mal por dejar de trabajar en ello. Sal a caminar, haz deporte, cocina algo, juega con tus hijos, lee sobre otra cosa.
Confía en este proceso. Porque es entonces es cuando el subconsciente toma el control y continúa trabajando en el tema en segundo plano. Ese trabajo desembocará en una solución que aparece en nuestra cabeza cuando menos lo esperamos.
Es parecido a hacer magia.
E. Métele horas de sueño al problema
Es una poderosa variación de la técnica del subconsciente.
Thomas Edison era famoso por sus "siestas creativas". A veces, mientras trabajaba en un problema, Edison paraba para echarse una siesta. Dejaba cerca una libreta y un bolígrafo, y se echaba en un sofá con un puñado de canicas en la mano. Se quedaba dormido durante unos minutos, para despertarse cuando las canicas que tenía en la mano caían al suelo.
Inmediatamente tomaba el cuaderno y anotaba lo que tenía en mente en ese momento, lo que generalmente lo ayudaba a resolver el problema en cuestión.
Otra versión es escribir en un papel un problema que tengas en la cabeza justo antes de dormir. Estarás pidiéndole a tu subconsciente que lo trabaje por la noche. A la mañana siguiente, pon un temporizador en 10 minutos y escribe sin filtros sobre el problema con el que te acostaste la noche anterior.
Al cabo del tiempo te sorprenderás por los resultados.
Conclusión: La creatividad no es lo que te cuentan. Se puede trabajar
Yo soy la oveja negra “creativa” en una familia que ha parido pintores, arquitectos y diseñadores de moda consumados.
Un antepasado nuestro, Jenaro Pérez de Villaamil, fue un notable paisajista romántico y pintor de cámara de Isabel II. Algunos de sus cuadros están expuestos hoy en el Museo del Prado.
A mí lo de pintar se me da de pena.
Sin embargo, en los últimos años he descubierto que la creatividad no es pintar bien. La creatividad, y la resolución de problemas, su primo hermano, tienen menos que ver con la genética y la inspiración y más con:
Cultivar un interés que te intriga intensamente y sobre el que aplicar una curiosidad intensa;
Establecer un proceso que desarrolle la posibilidad de conectar puntos para crear nuevos conceptos, y
Aplicar eso que llaman ética de trabajo, y que yo resumo en el concepto de la “transpiración diaria.”
Con todas mis limitaciones, me he demostrado a mí mismo que puedo “crear“ cuando mezclo un interés genuino por un problema que me apetece mucho resolver, herramientas creativas y trabajo duro.
Espero que, con estas ideas, tú también te acuestes hoy con más potencial creativo del que tenías ayer.
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Deberías leer (si es que no lo has leído ya) “So good they can’t ignore you” de Cal Newport. Coincide contigo en muchas de la grandes verdades que dices. Es genial.
Great Topic Rafa ! Ser creativo profesional y personalmente es estar VIVO ! Buenas reflexiones .