#97. Rompiendo el Mito de las 10.000 Horas. El Riesgo de la IA en tu Educación. Enfócate en lo Improbable.
No Solo Suerte - 30 noviembre 2024
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Rafa
1. Rompiendo el Mito de las 10.000 Horas
“El capitalismo recompensa las cosas que son raras y valiosas. Te vuelves raro y valioso combinando 2 o más habilidades “bastante buenas” hasta que nadie más tenga tu misma ‘mezcla’. Es mucho más fácil estar en el top 5% en 3 o 4 cosas que ser el número 1 en algo.”
- Scott Adams
Habrás escuchado mil veces que la maestría se consigue cuando haces algo de manera intencional durante al menos 10.000 horas (unos 10 años de tu vida). Es un concepto que puso de moda Malcom Gladwell en su bestseller “Outliers: The Story of Success”.
Según este axioma, se considera que llegas a la maestría en tu sector (ya seas abogado, médico, inversor o pizzero) cuando llevas al menos 10 años de tu vida practicando con el máximo foco.
Como suele ocurrir, Gladwell ha ganado mucho dinero masticando de modo simplista algo que es difícil de acotar. En realidad, la investigación nos dice que el rango para conseguir la maestría va desde las 700 a las 16.000 horas, y que depende de múltiples factores más allá de la mera práctica intencional.
¿Qué pasa con esas profesiones que no tienen más de 2-3 años? ¿Y con aquellas que ni siquiera existen pero que quizá lo hagan en breve? Si miras la página del Foro Económico Mundial (WEF), las profesiones más pintonas para el 2030 incluyen cosas como Human-Machine Teaming Manager, Cyber Calamity Forecaster o Workplace Environment Architect.
¿Quién va a ser bueno en estas profesiones el día 1?
Como ves, necesitamos algo más flexible que un simple “dedícale 10.000 horas” para navegar la aceleración que se nos viene encima en el siglo 21.
Vamos a cambiar el encuadre.
La perseverancia vertical es una encerrona mental
Cuando pienso en perseverancia me viene a la cabeza un Navy Seal: alguien con dureza extrema, un alto umbral para el dolor y la capacidad para levantarse una y otra vez después de caer. Visto desde fuera, la perseverancia parece la máxima expresión de la fuerza de voluntad. Un superpoder.
El problema de la perseverancia es que es un concepto que se entiende en vertical: dedícate al violín, al tenis o a la medicina. Y esto es algo que a mí, que de vertical no tengo nada, me ha atormentado durante buena parte de mi vida. Después de 6 reinvenciones profesionales parecería que la perseverancia no es lo mío.
Afortunadamente, todo cambió cuando leí a David Epstein y su libro “Range”:
“Profundicé en mi investigación y encontré a personas extraordinarias que triunfaron no a pesar de la diversidad de sus experiencias e intereses, sino gracias a ello: una CEO que consiguió su primer rol ejecutivo cuando sus compañeros ya estaban pensando en jubilarse; un artista que pasó por cinco carreras distintas antes de descubrir su vocación y cambiar el mundo; un inventor que se mantuvo fiel a su filosofía de anti-especialización y convirtió una pequeña empresa fundada en el siglo XIX en uno de los nombres más reconocidos a nivel mundial en la actualidad.”
Según Epstein, en entornos de aprendizaje perverso la verticalidad predice mucho peor el éxito que la horizontalidad. En entornos en los que los patrones no se repiten de forma 100% predecible (por ejemplo, tu carrera profesional a largo plazo), la mera repetición no genera aprendizaje. El aprendizaje llega cuando uno se expone a patrones distintos en entornos diferentes.
Por eso, los campos típicos para la teoría de las 10.000 horas, como el ajedrez y el tenis, son excepciones, no la norma.
Sácale partido a tu naturaleza humana
“Las 3 motivaciones más poderosas en una carrera profesional son la curiosidad, el disfrute con lo que uno hace, y el deseo de hacer algo impresionante. A veces convergen, y esa combinación es la más poderosa de todas.”
- Paul Graham
Mucha gente cree que tengo una perseverancia de acero porque escribo esta newsletter todos los sábados, sin excepción, o porque me ven dedicarle a Talengo una intensidad importante todos los días.
Sin embargo, la perseverancia no tiene nada que ver. Porque no solo no me cuesta lo que hago, sino que me costaría mucho más no hacerlo.
Mi padre decía, medio en broma, que si el amor es ciego, lo importante es curar bien la muestra de candidaturas sobre la que ese amor ciego hará su trabajo, y luego dejar que lo haga.
En tu carrera es igual. Si somos animales que perseguimos por naturaleza el refuerzo positivo, lo que hay que hacer es meternos en un loop en el que maximicemos el resultado de ese refuerzo positivo. No estamos hechos para sufrir, sino para hacer más de lo que nos gusta y se nos da bien, y menos de lo que no nos gusta y se nos da peor.
Si te empeñas en dedicarle 10.000 horas a resolver problemas que no te intrigan, haciendo cosas que no encajan en tus fortalezas, tendrás resultados mediocres. Si a cada paso que das en tu carrera intentas enfocarte en problemas que te apetecen, y los atacas desde un rol en el que puedas brillar, te irá muchísimo mejor.
Te lo explica Venkatesh Rao:
“Si descubres que lo que estás haciendo es ridículamente difícil para ti, no estás en el campo adecuado.
Tienes que abandonar los marcos de referencia de otros, y confiar tu carrera a un encaje entre lo que quieres hacer y tus fortalezas.
Cuando aplicas fortalezas, a veces lo que haces parece sobrehumano a un extraño. Pero si el esfuerzo te parece sobrehumano a ti, estás haciendo algo mal."
Somos el resultado de capitalizar durante muchos años nuestro circuito natural de refuerzo positivo. Y ese espacio profesional en el que busquemos el refuerzo positivo puede que cambie (varias veces) a lo largo de nuestra carrera.
Así las cosas, quizá tengamos que dedicarle el modelo de 10.000 horas a algo completamente diferente.
Aplica 10.000 horas a lo que realmente importa
Hay cosas que pueden cambiar en tu carrera, y otras que no cambian nunca.
¿Las que cambian? que en cada momento de tu vida habrá diferentes 1) problemas que te apetezca resolver y 2) roles desde los que podrás atacarlos. Piensa en vías de tren que llevan a diferentes destinos, o diferentes ríos en los que te apetecerá navegar durante tu carrera.
A esto no puedes aplicarle 10.000 horas, porque el mundo de hoy va a tal velocidad que no podemos predecir nada a 10 años vista. Hoy la constante es el cambio.
A lo que puedes aplicar 10.000 horas (y toda una vida), es a eso que nunca cambia: a trabajar en un proceso personal que maximice la serendipia en tu vida, las posibilidades de tener golpes de suerte.
Ese proceso tiene que combinar 3 grandes pilares:
La reflexión regular para entendernos mejor a nosotros mismos, para procesar lo que nos pasa y nuestra manera de tomar decisiones, y para así tratar de cometer menos errores a medida que avanzamos.
Cultivar una curiosidad máxima, que te permita conectar cada vez más puntos en tu vida. Hemos hablado varias veces de cómo, en la vida, es más importante ser curioso que ser inteligente. Es imposible conectar puntos si no dedicamos tiempo a alimentar nuestra cabeza con piezas de Lego con las que modelar nuevas oportunidades.
Un sesgo a la acción: intentar destacar siempre por ser esa persona que hace que las cosas pasen.
Vale la pena dedicarle mucho (mucho) tiempo a lo que nunca cambia: tu capacidad para ser mejor cada día. Lo demás escapa a nuestro control. Porque como dice Morgan Housel, “somos excelentes prediciendo el futuro, salvo las excepciones - que suelen ser lo único que importa.”
2. El Riesgo de la IA en tu Educación
El problema de la AI para las nuevas generaciones es el impacto que tiene en el desarrollo de la capacidad para "hacer cosas difíciles que no quiero hacer", tan importante para la vida. El espíritu de superación corre un riesgo grave.
¿AI para productividad? perfecto. Pero no cuando esa ganancia de productividad robe a las nuevas generaciones de la oportunidad de aprender cómo se consiguen cosas difíciles con esfuerzo.
"Para ser claros, la IA no es por lo que un alumno hace trampas. Las trampas se hacen porque las tareas escolares son difíciles y tienen consecuencias importantes. Son difíciles y tienen consecuencias porque aprender no siempre es divertido, y las formas de motivación extrínseca, como el poner notas al esfuerzo, suelen ser necesarias para que las personas aprendan.
Los seres humanos son increíblemente buenos para encontrar maneras de evitar cosas que no les gusta hacer y, como demuestra una reciente investigación, a la mayoría no les gusta el esfuerzo mental. Por eso delegan parte de ese esfuerzo en la IA.
En general, estoy a favor de delegar tareas a la IA, pero la educación es diferente. En la educación el esfuerzo es el objetivo en sí mismo."
- Ethan Mollick
3. Enfócate en lo Improbable
“La mayoría de la gente cree que las ideas improbables no importan. Sin embargo, lo único que importa es aquello que es improbable.”
- Vinod Khosla
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Grcs Rafer, me gusta el articulo y me hace reflexionar. La horizontalidad es mucho mas estimuladora, te obliga a ser creativo y por lo tanto te obliga a utilizar y desarrollar nuevos “pathways”. En definitiva tienes que pensar y crecer. Y es una decision muy personal donde no te puedes esconder, dejas la comodidad de estar apoyado en que “alguien” tiene la culpa de tu estancamiento vertical.
Pero, el inconveniente es que el tiempo pasa muy rápido mientras realizas cambios de carrera y continentes y llegas a los 60 años hecho un sabio pero cada vez con menos salidas profesionales. El mundo sigue muy encajonado en verticalidad.
Con respecto a “No estamos hechos para sufrir, sino para hacer más de lo que nos gusta y se nos da bien, y menos de lo que no nos gusta y se nos da peor”, super interesante, ya lo comentaremos cuando nos veamos. Abrz
Coincidimos en que el aprendizaje en vertical no es siempre el más adecuado. Trabajo el concepto de espiral de aprendizaje, a la vez que profundizas en aquello que encaja con tus fortalezas y disfrutas haciéndolo (vertical) exploras otras habilidades, disciplinas de tu interés (horizontalidad) logrando que seas aún mejor en tu área pues la nutres con otras ideas, conceptos, generando un aprendizaje y satisfacción mayor. Qué opinas?