#109. Cuando Emprender Tarde es Clave para el Éxito. Networking = Regalar Valor sin Esperar Nada a Cambio. Cómo Incrementar tu Suerte
No Solo Suerte - 22 febrero 2025
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Esta es la parte 3 de la serie en la que analizamos en detalle cómo 3 personas top en lo suyo construyeron trayectorias profesionales tan espectaculares como poco predecibles, todas en campos muy diferentes.
Si quieres leer la parte 1 de la serie (Michael Moritz) puedes hacerlo aquí. Si quieres leer la parte 2 (Toto Wolff), puedes hacerlo aquí.
1. Cuando Emprender Tarde es Clave para el Éxito
“No tengas miedo de tomarte el tiempo para aprender. Está bien trabajar para otras personas. Yo trabajé para otros durante 20 años, y me pagaron por aprender.”
- Vera Wang
¿Sabías que el 64% de los dueños de pequeñas y medianas empresas en España tiene más de 40 años, y que menos del 13% son menores de 34 años?
Según Harvard Business Review, la edad promedio de los fundadores de startups exitosas es de 45 años. Robert Noyce (fundador de Intel), Arianna Huffington (The Huffington Post), el Coronel Sanders (fundó KFC a los 65), Martha Stewart (Martha Stewart Living Omnimedia) o incluso Reid Hoffman (LinkedIn) son buenos ejemplos. Todos fundaron sus imperios pasados los 40.
No te dejes llevar por la prensa: en el mundo real, el emprendimiento tardío no es la excepción. Es la regla.
Es el caso también de Vera Wang, protagonista de nuestra entrega de esta semana.
De patinadora artística a fundar - con 40 años - un imperio que factura $700 millones anuales: te presento a Vera Wang
Cuando veo a un candidato que quiere hacer un cambio drástico de carrera le pido que construya su narrativa personal explicando su vida hasta la fecha en 3 actos: los cimientos, la acumulación y la “chispa”.
Cimientos: lo que explica por qué eres como eres. Tu actitud ante la vida y ante el trabajo. Es el resultado de creencias desarrolladas por las cosas que has vivido antes de cumplir los 25;
Acumulación: las fases en la que vas llenando el depósito con experiencias, contactos, conocimientos que van moldeando tu capital de carrera; y
Chispa: el punto de inflexión. Ese espacio en el que colisiona lo que te ha traído hasta aquí con un nuevo propósito (un nuevo tipo de problemas que te apetece resolver con tu trabajo). Suele ser un momento de clarividencia, de revelación. La epifanía de que quieres otra cosa y vas a ir a por ello.
Veamos cómo lo hizo Wang.
1. Los Cimientos: el deporte profesional
Nacida en Nueva York en 1949, Vera Wang creció en un entorno que valoraba la excelencia y la determinación. Dedicó sus primeros años al patinaje artístico profesional. No llegó a lo más alto, pero el proceso le dejó algo mucho más valioso: una combinación de disciplina extrema y de búsqueda de la excelencia.
El patinaje es un deporte muy duro. No perdona. Y esa escuela moldeó su mentalidad para siempre. Ella lo recuerda así:
“En el patinaje compites contra otras personas. Pero cualquiera que alcance cierto nivel de éxito está, ante todo, compitiendo consigo mismo. Y para mí, la idea de que siempre podía hacerlo mejor, aprender más, aprender más rápido, es algo que nació del patinaje. Es algo que me llevé conmigo el resto de mi vida.”
2. La Acumulación: del hielo al mundo de la moda por cuenta ajena
“Llevo diseñando desde los 8 años. Comencé a hacer bocetos de vestidos con los que patinar. Siempre estuve involucrada en todos los aspectos del patinaje, no solo en la técnica, la coreografía y la música, sino también en los aspectos visuales, como por ejemplo la ropa.”
A los 22 años, Wang decide dejar el deporte. Su interés por la moda le lleva a entrar en la revista Vogue. Allí pasó 17 años de su vida, llegando a ser la editora de moda más joven de la revista.
Al igual que vimos con Moritz hace 3 semanas, esta fase le permitió incorporar elementos valiosos a su capital de carrera:
Una actitud de curiosidad constante ante el sector, de exploración y aprendizaje continuo,
La capacidad de comunicar de forma efectiva: Vera aprendió a contar historias basadas en telas y texturas; y
Una red de contactos extensa en la industria.
Con 38 años Vera da el salto a Ralph Lauren, su primera experiencia del lado creativo.
Fíjate en el paralelismo: Wang entró en Ralph Lauren igual que Moritz entró en Sequoia: Don Valentine vio en Moritz a alguien capaz de trasladar su expertise, cultivado desde una perspectiva periodística privilegiada, al mundo de la inversión. Cuentan que el propio Ralph Lauren vio en Vera ese mismo potencial aplicado a la creación, lo que facilitó su incorporación a su equipo.
En RL, Wang trabajó durante dos años en el desarrollo de accesorios y moda femenina, una experiencia clave que le permitió entender mejor cómo se construye y se gestiona una marca de lujo.
3. La Chispa: emprender para resolver tu propio problema
Vera se casó a los 40 años. Cuando se puso a buscar un vestido de novia no encontró nada que le gustase. Es entonces cuando se preguntó: ¿Y si me lo hago yo misma?
En ese momento de epifanía, su expertise acumulado en la industria le permitió ver el mundo de otro modo, como a cámara lenta:
Entendió de repente que la moda nupcial estaba estancada. Todo era clásico, predecible. Vio espacio para algo diferente;
Su propio problema la convirtió en su primer cliente. Lo que empezó como una necesidad personal se transformó en una oportunidad de negocio (algo muy recurrente en otros emprendedores de éxito); y
No empezó desde cero. Su experiencia previa tanto en Vogue como en Ralph Lauren le ofreció una caja de herramientas con la que moverse rápido y con confianza en la industria.
No se volvió loca analizando mil planes de negocio. Todo lo que necesitó Vera fue visión, poner en valor su expertise acumulado y un poco de valentía.
Así lo cuenta ella:
"No planeé ser diseñadora; simplemente vi una oportunidad y me lancé. Cada cambio, cada reinvención, es una forma de descubrir nuevas partes de uno mismo y crear belleza de maneras inesperadas."
Conclusión: el arte de reinventarse sin prisa y desde el propósito
“Este fue un objetivo importante para mí: poder llegar a más mujeres y motivarlas, alentarlas a expresarse y a ser lo que quieran ser. Las personas muchas veces quedan atrapadas allí donde están.”
- Vera Wang
Vera rompió las reglas del sector, introduciendo una visión más moderna y sofisticada en un mundo anclado en tradiciones. Se posicionó rápidamente como referente en el diseño nupcial, y más tarde expandió su marca hacia alta costura, fragancias y colaboraciones con gigantes del retail.
Hoy factura 700 millones de dólares.
Wang no se limitó a seguir su pasión (ya sabes que eso de “sigue tu pasión” es la mayor patraña jamás contada), sino que combinó:
Un mindset resiliente y ganador derivado de su etapa como patinadora. El patinaje no salió bien, pero dejó en ella una mentalidad que aprovechó al máximo en fases posteriores de su vida; y
La flexibilidad para construir inteligentemente a cada paso. No desde un plan predeterminado, sino desde la curiosidad por ver cómo explotar, en un nuevo contexto, esa mezcla de conocimientos y experiencias que traes de contextos pasados. El periodismo en el mundo de la moda, el paso al diseño, ver cómo se gestiona una marca de lujo, un ojo crítico y disruptivo, su mindset resiliente… Vera conectó los puntos logrando que nada se echase a perder.
Wang, igual que vimos con Moritz o Wolff, nos enseña que las mejores carreras profesionales son las que, con un poco de valentía, van poniendo en valor el capital de carrera acumulado a cada paso.
Y de repente, ese capital de carrera - que no tiene por qué ser muy diferente al de muchos otros profesionales top de sus sectores - precipita en algo diferencial al invertirlo en un nuevo sentido del propósito. Sobre todo si al hacerlo descubres tu mundo de tuertos.
Desde fuera parece suerte, pero desde dentro no lo es: es la diferencia entre tener suerte - que no depende de uno - y estar listo para la suerte, que está 100% bajo nuestro control.
2. Networking = Regalar Valor sin Esperar Nada a Cambio
“La mayoría de la gente asume que no presto atención a quienes me envían mensajes directos en Twitter, o a quienes me mandan correos electrónicos no solicitados.
Pero a veces lo hago. No cuando se limitan a pedir trabajo o levantar capital. Lo hago cuando veo que comparten conmigo algo interesante. Algo inteligente. Especialmente si lo hacen con regularidad.
Si me envias algo interesante esta semana, y luego algo genial la que viene, y continuas trayéndome noticias, tecnología o ideas fascinantes de forma persistente, entonces empezaré a reconocerte. Empezaré a recordarte y empezaré a responder.”
- Tony Fadell (padre del iPod y fundador de Nest)
3. Cómo Incrementar tu Suerte
“La suerte no es una constante; aumenta al incrementar tu superficie de exposición: posiciónate en los lugares adecuados, ten muchas conversaciones, hazte visible, pide lo que quieres al mundo y mantén una actitud optimista y positiva.”
- Nabeel Qureshi
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Quiero tu GPT Entrenado…por aqui siempre respondes 😉